viernes, 25 de noviembre de 2016

EL SIGLO DE LAS LUCES Y LAS SOCIEDADES ECONOMICAS

El siglo XVIII es una época de importantes proyectos, de cambios notables y reforma de la vida interna de los Estados. Este período histórico recibió distintos nombres en cada país. En España se le denominó el “Siglo de las Luces”.
  La palabra “Ilustración”, es comúnmente usada en el mundo hispánico tanto para indicar un proyecto político, como el conjunto de los logros culturales, económicos y sociales alcanzados en este siglo, al instalarse en el trono español la dinastía borbónica en 1713. Con ella se pone en marcha un amplio programa de reconstrucción básicamente material. Carlos III es el monarca más representativo de la Ilustración española. Este Rey y sus colaboradores más directos- Floridablanca, Campomanes, Jovellanos, Cabarrús-, comportan una de las épocas más interesantes y apasionantes de nuestra historia.
                
  Mejorar la educación, regenerar la economía del país, fomentar la agricultura y crear una hacienda pública, fueron los objetivos principales de la corona. Resultado de este programa audaz y profundo son las Sociedades Económicas de Amigos del País, las instituciones más características y originales de la España ilustrada, que nacen como: “Corporaciones oficialmente reconocidas cuyo objeto era trabajar por el desarrollo de la riqueza y la prosperidad del país”
  Las Sociedades Económica, han sido siempre instituciones privadas, que tenían como objetivos el desarrollo económico, industrial, agrícola, científico y educativo en la región respectiva. La educación era considerada por los ilustrados como la panacea de las soluciones económicas, sociales y políticas. 
  A finales del siglo XVIII, la mayor parte de las ciudades más importantes de España, además de muchas villas y pueblos grandes, tenían una Sociedad Económica. La mayoría de las Reales Sociedades solicitaron su fundación antes del 1808, fecha crucial en la historia de España, con el reinado de José I, hermano de Napoleón y el inicio de la Guerra de la Independencia.
  En sus orígenes las Sociedades Económicas estaban formadas por miembros de todos los estamentos sociales,  la nobleza, el clero, los comerciantes, los artesanos, los campesinos e incluso socios con cargos municipales. Cada persona al ingresar en la entidad se adscribía, según sus conocimientos, capacidades e intereses a una de las comisiones de trabajo a través de las que se canalizaban las actividades de toda la Sociedad.  

  Estas actividades fueron llamándose “clases” y estaban dedicadas a la agricultura, la industria, el comercio y las artes y los oficios. Se reunían periódicamente para debatir los problemas que afectaban a su sector correspondiente. Con el tiempo aparecieron publicaciones de los trabajos realizados, se instauraron premios, se crearon bibliotecas, obras de beneficencia, creación de escuelas, instauraron cátedras y se convirtieron en centros difusores de la cultura y las artes.

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